Érase Una Vez Un juego visual de la realidad aumentada

La realización del mural, los detallet y los efectos de realidad virtual que le dan vida

El impresionante mural del artista Leon Keer, Érase una vez, es una obra flexible en el tiempo y el espacio. Pintado en 2018 para el Festival de Vibraciones Urbanas en Pessac, Francia, este mural se ha convertido en una sensación óptica. Cuando se ve desde un cierto ángulo, la escena aparece como un enorme dormitorio de gran tamaño en 3D, con detalles ingeniosos, incluyendo papel pintado floral, un reloj de pared e incluso un ventilador de techo. Sin embargo, la proyección es en realidad una ilusión, creada por una ingeniosa aplicación de la pintura en perspectiva. La ilusión se vuelve clara cuando los espectadores se mueven alrededor del mural 2D

Un espectador del mural Once Upon a Time se para de cerca para analizar el mural ilusionista
Un espectador del mural investiga de cerca las ilusiones en el trabajo dentro de la pintura de Keer

Un extra de magia se añade a la obra de arte a través de la realidad aumentada, donde el cuadro cobra vida a través de una aplicación disponible para descargar en cualquier teléfono inteligente. Al escanear la pintura con un teléfono inteligente o una tableta, se vuelve animada, mejorando aún más el mural de trampantojos. El televisor comienza a funcionar, el ventilador gira… los espectadores sentirán como si hubieran entrado en la ilusoria habitación. Aquellos que no se encuentren en el lugar del mural también pueden participar en la experiencia descargando una imagen del mural y utilizando la aplicación para activar la animación 3D.

Keer, un pop-surrealista holandés, ha creado arte callejero en todo el mundo y se ha convertido en uno de los artistas callejeros anamórficos más reconocidos del mundo. Su objetivo es mezclar sin problemas su obra de arte con el entorno que le rodea. Está entre los artistas pioneros que utilizan la tecnología para llevar el arte más allá de las fronteras tradicionales. El arte público es accesible a todos, y este mural puede ser experimentado por cualquiera cerca y lejos, gracias a sus extensiones tecnológicas

Una vista de Once Upon a Time de Leon Keer, que muestra una perspectiva aplicada por expertos para integrarse en su entorno
La obra Once Upon a Time de Keer parece converger perfectamente en su entorno, gracias a su perspectiva aplicada por expertos.

Keer está particularmente interesado en los temas contemporáneos que pertenecen al medio ambiente y a las cuestiones de la habitabilidad en este mundo. El mural es juguetón pero contemplativo, el interior anticuado provocando nostalgia de las últimas décadas. El diseño kitsch de su dormitorio gigante es un recordatorio juguetón de los cambios estéticos y tecnológicos que han tenido lugar a lo largo de nuestra era contemporánea. Keer es constantemente consciente de las condiciones de belleza versus degradación, un paradigma siempre presente de la vida urbana. La amplificación de la escena interior actúa como un poderoso símbolo para el hogar, la comunidad y las prácticas de vida en nuestra sociedad actual.

Aunque una forma de inmortalidad para su creación está asegurada a través de su huella digital por medio de los medios sociales y el intercambio global de su obra de arte, él declara que su trabajo está destinado a ser una ofrenda transitoria que refleja un estado de vida actual. Dice: «Cada pieza de arte callejero es única y pertenece a la calle y a sus residentes, el hecho temporal de esta forma de arte refuerza su existencia».