Giuseppe De Cagna Mega instalaciones de luz LED

Presentando a De Cagna

La luz de Luminarie De Cagna explora las dinámicas del espacio y la atmósfera, y de cómo estos elementos inspiran diferentes percepciones e interpretaciones de las estructuras que adornan.

 

Su historia

Cesario De Cagna, y sus hijos Giuseppe, Hermes, Boris y Herry, son Luminarias De Cagna. Su negocio familiar está basado en Maglie, un pequeño pueblo en Salento, en el sur de Italia. Desde ahí, la compañía está difundiendo la manipulación futurista de Cesario sobre las técnicas de luz por todo el mundo. El medio creativo de Luminarie de Cagna, la luz, complementa y mejora la estética de las estructuras arquitectónicas, estatuas y otras formas de arte, proporcionando una experiencia única y una mayor apreciación de estos contenidos.

Luminarie De Cagna comenzó a compartir su arte en 1930, iluminando calles y plazas para fiestas y festivales utilizando lámparas de carburo y aceite. Cesario comenzó a trabajar con electricidad en 1965, y finalmente se decidió por el uso exclusivo de luces LED en 2006. Los LEDs están ubicados para formar grandes cortinas de luz, y se colocan en cualquier cosa, desde grandes edificios a esculturas, y bañan calles enteras con una iluminación colorida.

Desde 1985, cuando Cesario se unió a su hijo Giuseppe, Luminarie De Cagna ha exportado su arte a todo el mundo para eventos que van desde manifestaciones religiosas o civiles hasta desfiles de moda. Cesario De Cagna, y sus hijos, se han convertido en embajadores del Salento en todo el mundo, instalando luminarias en Estados Unidos, Japón, China, Países Bajos, Francia, Turquía, Corea del Sur, Corea del Norte, Bélgica y Taiwán.

 

Celebrando la luz

Usando el mapeo de proyección, De Cagna crea pantallas de iluminación LED precisas, y ornamentadas, para algunas de las estructuras más impresionantes del mundo. La mayoría de sus obras maestras se construyen para festivales y celebraciones y están pensadas para ser temporales, pero el trabajo de Luminarie De Cagna es de hecho, por su naturaleza, tanto sostenible como económica.
Un testamento a la conservación de la energía, inmensas obras de arte con 55.000 luces LED consumen sólo 20kW de electricidad por hora. Para ilustrarlo, una bombilla de 60W consume 0,06 kW de electricidad por hora. Usar una bombilla de 60W durante 1.000 horas consume 60kW de electricidad. Por lo tanto, el trabajo de Luminarie De Cagna es tan económicamente eficiente y ecológico como estéticamente agradable.