John Lopez Esculturas híbridas de arte y metal

Presentamos a John López

Desde siempre, el arte y la historia han estado entrelazados. Los gobernantes pintaron sus retratos para que las generaciones futuras recordaran su reinado, e incluso Picasso pintó las atrocidades de Guernica para inmortalizar el momento. Un verdadero artista no sólo crea, sino que también reflexiona sobre los tiempos presentes, los que vinieron antes y los que vendrán después. Las esculturas híbridas de metal de John López abren un diálogo dinámico con el pasado.

Su proceso incluye la recolección de chatarra para piezas de máquinas desechadas y la transformación de ellas a estatuas épicas. Mezclando sus propios diseños de bronce fundido con los materiales encontrados proporciona una mayor profundidad, por lo que el espectador puede ver un búfalo o un caballo desde lejos, aunque las partes individuales son todavía reconocibles de cerca.

También está presente la dicotomía entre las formas animales y el metal. Las máquinas sustituyeron a los arados y carruajes impulsados por ganado, cambiando el papel del caballo y el estilo de vida de los ganaderos para siempre. Además, los ferrocarriles y la industrialización del oeste dieron un gran golpe a las poblaciones de búfalos. Sin embargo, en el trabajo del artista hay un equilibrio entre los dos elementos. El propio López describe su arte de escultura de metal híbrido como:

«piezas únicas, únicas con un enorme factor sorpresa».

Sus sentimientos han demostrado ser verdaderos, ya que tanto el mundo del arte como la América cotidiana están delirando con su trabajo.

 

Su historia

John López vive cerca del Grand River en Dakota del Sur, un lugar que define bien el Oeste Americano. Comenzó esculpiendo en arcilla y ahora impresiona a ciudades enteras con instalaciones públicas y privadas en toda América, e incluso en Francia. Su visión única fue definitivamente influenciada por el lugar.

«Desde que podía caminar, estaba a caballo… La vida en el rancho ha sido un muy buen lugar para mí y para inspirar mis esculturas. Muchas veces obtengo mis ideas para una escultura de algo que veo en el rancho.» 

La autenticidad de sus esculturas híbridas de metal se siente de forma inmediata. En primer lugar, las piezas reales de sus esculturas son verdaderas antigüedades que no se pueden encontrar fácilmente. En segundo lugar, la precisión con la que ha capturado las suaves y elegantes complejidades de los movimientos de los animales sólo se puede aprender de una vida dedicada a romper potros. Al haber escuchado atentamente a los veteranos contar cuentos en una tierra ignorada por el tiempo, logra comunica a través de su arte la esencia de la verdadera vida de vaquero.

Sólo alguien con una conexión tan íntima con su área puede crear con tanto cuidado.