Pet Love Archway Un símbolo de compasión en honor al Centro de Control de Animales de Odessa
En todo el mundo hay innumerables actos de servicio compasivo que pasan desapercibidos. Los héroes cotidianos dedicados a llevar alegría a nuestras vidas no siempre reciben reconocimiento, y mucho menos una dedicatoria artística. Sin embargo, en este caso, eso es exactamente lo que le ocurrió a un increíble grupo de héroes cotidianos del Centro de Control Animal de la ciudad de Odessa (Texas). Para honrar su noble misión de promover el trato humanitario de los animales y la tenencia responsable de mascotas, Vito Di Bari diseñó Pet Love Archway. La sentida obra de arte público comunica concisamente este mensaje, a la vez que confiere a las instalaciones un sentido único del lugar.
Pet Love Archway confirma simbólicamente que el centro y su misión comparten su amor por los animales. Imagen cortesía de Odessa Arts y The Locals DC.
La escultura metálica mide 9 pies de alto y representa a un perro y un gato rodeados por un corazón. Se trata de las dos especies que el centro rescata, acoge y adopta con más frecuencia. Cada uno de los tres elementos tiene su propio color: el perro es azul, el gato blanco y el corazón rojo. Estos tres colores son también los de la bandera del estado de Texas, así como el logotipo de la ciudad de Odessa, lo que contribuye a que la obra de arte se convierta en un símbolo icónico no sólo del Centro de Control de Animales, sino también de la ciudad de Odessa y de sus valores en su conjunto.
El diseño recortado de Pet Love Archway crea interés visual, a la vez que representa con precisión las huellas de patas de perros y gatos. Imagen cortesía de Odessa Arts y The Locals DC.
Un patrón de recortes huecos añade un valor estético adicional, en forma de huellas de las patas de cada una de las especies respectivas. Al tiempo que añaden un gran interés visual, los recortes sirven también al propósito pragmático de evitar la tensión del viento sobre la obra de arte. La obra infunde un sentimiento de unidad y bondad, derivado en parte de la posición del perro y el gato. Ambos miran hacia arriba en la misma dirección, como si estuvieran juntos en pensativa reverencia a la institución. Las emociones que evoca esta escultura son difíciles de pasar por alto, no sólo por las figuras simbólicas, sino también por el ingenio de su diseño: gracias a su estilo gráfico más plano, se puede ver desde ambos lados.
El perro y el gato miran hacia arriba, sugiriendo esperanza en encontrar un nuevo hogar y solidarizándose con el Centro de Control Animal de Odessa. Imagen cortesía de Odessa Arts y The Locals DC.